La intermediación aduanera es una de las actividades de mayor responsabilidad que demanda preparación, experiencia, pero ante todo el conocimiento amplio de la normatividad aduanera colombiana, legislación que por más de 30 años ha sido inestable, variable, y riesgosa para el importador, el exportador y para la empresa declarante autorizada como intermediador aduanero.
Es por eso que como profesionales nos preparamos diariamente en el conocimiento de nuevas normas, en la variación de la legislación, decretos, resoluciones, circulares y demás novedades normativas que permanentemente están siendo determinadas por las autoridades colombianas.
Para algunos la intermediación aduanera ha sido tomada como un simple trámite, la realidad es muy distinta, el agente de aduanas tiene la enorme obligación de ceñirse al pie de la letra en sus declaraciones a la norma variable colombiana y a todas las implicaciones que ella demanda.Los agentes aduaneros somos profesionales no menos que los abogados, ni los médicos, ni los contadores, ni los arquitectos, ni los ingenieros. La labor que nos encomienda la legislación nos exige una altísima preparación , un conocimiento profundo de la norma, de la ley, como tal también de elementos derivados como son conocimientos tributarios, conocimientos contables, conocimientos aduaneros, conocimientos comerciales y otros adicionales que muchas veces no son vistos por el importador o el exportador como lo es la identificación específica de características técnicas y otras particulares de cada mercancía que se importa o exporta.
El agente aduanero es entonces un profesional con un compendio de conocimientos que permanentemente tienen que estarse actualizando e innovando, sujeto no solamente al trámite de diligenciar un formulario sino a la asesoría más completa para la declaración que en nombre de los importadores y exportadores colombianos debe hacer.